lunes, 16 de noviembre de 2009

Azul

Esconderse entre las palabras escritas por un bolígrafo eternamente clonado, que llena hojas en blanco con sílabas enlazadas casi covalentemente. Y habla en azul. Susurra a veces, cuando la muñeca reduce el ángulo, creando la sensación de inclinación, palabras cansadas, recostadas unas sobre otras, sin llegar a tocarse, a rozarse si quiera.

Hoy, sin embargo, este azul juega a ser marrón, pues convive con los restos de un granate ya consumido. Quizás sólo se trata de encajar con el entorno, que perdura apagado a pesar de las bombillas y los focos. La resultante, un conjunto enladrillado de cemento y madera, cubiertos por el velo de unas cortinas muertas, digo muertas porque no veo color ni vida en ellas, pendientes en silencio, sin opinión ni objeción, discretas, serviciales.

Renace el azul...tal vez surja de la intensidad que me cubre a mí, generosa, dispuesta a compartir luminosidad con la pluma que hace las veces de terminación de mis dedos.

Posiblemente sea envidia, o celos. Añoranza, anhelo...Echar de menos.
Revivir recuerdos una y otra vez. Soñar con futuros recuerdos, ansiar el momento del reencuentro.


Nueva vida.




Quimequeando un poco...
¿Dónde quedó Clara? Clara y sus pastelillos de limón, sus rutinas atrapadas en un bucle temporal infinito, circular.
Sus horas tras la barra del bar, sus noches de sofá, solitarias, televisivas, grises.
Aun olvidada en la memoria, Clara reflexiona cada mañana, desde el día en que la muchacha entró en el café. Piensa en su vida, en sus días, en sus sueños no cumplidos, ya olvidados, ocultos tras la pantalla que forma el conjuntos de movimientos repetitivos que la persiguen allá donde se dirija.
"¿Y sus historias?¿Continuatía escribiendo?- Se pregunta Clara frente al espejo, observando su cuerpo desnudo, maduro, imperfecto - ¿Qué escribía? ¿A qué tanta dedicación? "
"Nunca supe su nombre"- piensa Clara cada noche.



SIEMPRE SUPE QUE EL 2 Y EL 5 SE TRAÍAN ALGO ENTRE MANOS...

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