miércoles, 19 de mayo de 2010

Un poco por ella

Lloraría por ella.
Lloraría por dejar de ver su cara, sus ojos, sus labios, su nariz, su peca.
Lloraría por no poder volver a ver cómo cierra los ojos cada noche y busca la parte mullida de la almohada.
Por perderme sus errores y sus logros, por ese orden.

Echaría en falta sus miradas perdidas y sus sueños desbocados.

Añoraría sus sentimientos, sus temores, sus acciones, sus pasos.

No soportaría perder sus manos, las que todo manipulan, las que buscan su piel para acariciarla, las que no se están quietas ni un momento.

Lloraría por ella.
Lloraría por no poder volver a verla riendo sola, recordando.
Por no volver a sentir sus pies en el suelo, pisando con fuerza, buscando al mundo, encarándose a él cada día.

Vertería lágrimas por sus lágrimas vertidas, por sus noches de desconsuelo aferrada a un cojín, buscando huir del mundo. Casi tantas como por sus días de risas infinitas, carcajadas compartidas con otras bocas, otras vidas.

Enloquecería al pensar en la vida que perdería, la que le queda por delante, llena de esperanza, sueños, aspiraciones, expectaciones.

Me dolería saber que sus ojos nunca más volverían a abrirse con la entrada de los rayos del sol entre las cortinas de su habitación, despertándola silenciosamente, como por arte de magia.

Sufriría por cada beso perdido, cada abrazo que jamás volvería a dar, cada mirada que dejaría de dedicar, cada palabra que ya no pronunciaría su boca.

Echaría de menos sus garabatos infinitos en los bordes de los folios que emplease como apuntes, sus párrafos escritos en huecos dejados por otras palabras u otros dibujos, sus intentos de relatos largos, sus frases perdidas.

No olvidaría su debilidad, sus numerosos defectos, su miedo, su cobardía, su orgullo, su sumisión, su silencio, su inseguridad, su arrogancia ocasional. Aunque negativos, también me costaría perderlos, siendo parte de ella.

Sus ratos frente al espejo, jugando a ser princesa, sus horas frente a los libros, completamente fuera de este mundo, sus recuerdos,

Lloraría por ella.
Lloraría por ella porque sin ella, yo no soy nada.

1 comentario:

Gittana dijo...

Llegue... no se como... pero es, completamente intenso...